jueves, 26 de marzo de 2009

Changes.

Que el mundo está cambiando por completo es algo que ya a pocos se les escapa. Pero lo hace con unas inercias de petrolero, es decir que lo hace a una velocidad que a muchos les puede llegar a pasar inadvertida la violencia y radicalidad de los cambios. Si tuvieramos un acelerador de tiempo y pudiéramos comprimir un mes en un sólo día, veríamos que en tan sólo 3 semanitas hemos pasado de la placidez del crecimiento global y de la proliferación de los Estados del Bienestar, a una situación como la actual. Y cada día que pasa, es decir cada mes, los acontecimientos se precipitan dejando atrás Sistema, formas de organización y dogmas que han quedado en evidencia y a los que nunca se va a volver. Nos sucede algo parecido a lo que decíamos en "La Muerte de La Rana" respecto a los perdedores de bolsa. Las inercias son tan grandes que pocos son conscientes de los grandes cambios que estamos viviendo y de su trascendencia.



Han caído verdades absolutas tan contundentes como la confianza, la RF, los apalancamientos, el consumo y el crecimiento económico. La solvencia y seguridad de los bancos, incluso de los Estados, se ha desmoronado evidenciando que considerábamos como sólidos muchos argumentos que en realidad están siendo una superposición de naipes. También han caído dogmas de la talla de la inconveniencia de la intervención en los mercados, la nacionalización de bancos como consecuencia de un neoliberalismo que fue la quintaesencia del Capitalismo. La lista es tan larga como inimaginable. Los referentes fundamentales sobre los que sentamos nuestra economía y nuestra sociedad, la global, han desaparecido. Sólo nos quedan algunos referentes menores en pie, y el resto deberemos descifrarlos a base de golpes en un futuro inmediato.



Además lo más visible, que es la percepción de la calle, la sociedad, todavía no ha sufrido más que unos deterioros incipientes. Ni siquiera la punta del iceberg. Hasta el presente, los mayores cambios vienen siendo sistémicos, de fondo, estructurales. El Tsunami aún es casi invisible, y sin embargo es inevitable. Los cambios ya producidos nos alejan de lo conocido para no volver, y sólo algunos contemplan atónitos los que se están produciendo día tras día (o mes tras mes). Pero para aquellos que no sean conscientes del cambio, por incapacidad de analizar el mundo más allá del día a día, o por simple ingenuidad, sólo tienen que imaginar la foto fija de su vida y su patrimonio hace dos años y hoy. Y pensar que a su alrededor y en todos los ámbitos, los cambios también se han sucedido inexorablemente.



Los cambios no son intrínsecamente malos, en absoluto. Pero debemos volver a aprender a caminar y a hablar. En ese traumático proceso, además debemos proteger nuestro patrimonio. Y esto no ha hecho más que empezar.



Os he pegado cuatro videos del genio Bowie con su Changes en versiones muy distintas. Mismo artista, misma canción. Del mismo modo, el mundo seguirá siendo el mundo, pero con muchos cambios.

Para los que amamos este oficio, son tiempos únicos y absolutamente apasionantes.

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