sábado, 7 de febrero de 2009

Sálvese usted, no espere a que le salven.


Hace unos días, un lunes, estaba contemplando por la televisión como le hacían preguntas al presidente Zapatero un grupo de ciudadanos en un programa de la 1. Me llamó la atención la actitud de unas personas que le preguntaron cuanto duraría la crisis, llegaron a acorralar al presidente para que les dijera una fecha concreta, ¿un año? se atrevió a aventurar no muy convencido. Necesitaban que el presidente de su país les concretara cuanto tiempo quedaba para pasarlo mal. Todo el resto de preguntas giró sobre la crisis y que es lo que va ha hacer el gobierno para salvarnos de ella.

Recordé algo que leí en un libro que me gustó. El libro se titulaba "Viven" y cuenta el relato de los sobrevivientes a un accidente aéreo en los andes en 1972. En el libro explican algunos supervivientes que al principio se limitaron a esperar a que les vinieran a rescatar, pero que solo cuando se dieron cuenta que nadie vendría a salvarlos decidieron salvarse a sí mismos, y algunos lo consiguieron. Esta actitud es muy importante.

Para patrimonios pequeños, para personas que dependen de sus ingresos y que estos están en la cuerda floja yo les diría, no pierdan el tiempo haciendole preguntas al presidente Zapatero, no esperen que venga el gobierno a salvarlos, sí, ya se que hay un agravio comparativo bárbaro respecto a los rescates de los bancos pero no sirve de nada lamentarse. Hay que ponerse de pie en seguida y empezar a andar para salvarse.
En nuestro trabajo del día a día observo muchas y diferentes actitudes frente a esta situación que vivimos, casi podría diagnosticar, antes de leer ningún informe, la situación patrimonial de un nuevo cliente basándome exclusivamente en la conversación inicial que mantenemos en la bienvenida a nuestro despacho, los hay que se han quedado paralizados ante unos hechos nunca imaginados y son presa facil de comerciales de productos milagro y los hay que se han movido buscando, estudiando la mejor manera de que su patrimonio salga lo menos perjudicado posible. A unos hemos de ayudarles a ponerse en movimiento y a otros ya en movimiento solo hemos de indicarles el camino correcto a veces incluso desandando algo lo andado.

Me gustaría ilustrar este tipo de actitud necesaria en la vida con el ejemplo de alguien a quien admiro: Carlos Barrabés.

Carlos Barrabés es un montañés de Benasque (Huesca). Para quien haya frecuentado las montañas podrá estar de acuerdo conmigo en que un montañés no es precisamente el tipo de persona en la que uno pensaría al hablar de pioneros de los portales de internet y del comercio electrónico (y lo digo con todo el respeto del mundo) pero Carlos ha llegado a dar conferencias junto a Bill Gates y eso que al inicio Carlos y su hermano José Cristobal solo tenían una pequeña tienda de material de montaña "Allá donde se acaba la carretera.." imaginaros...."Allá donde se acaba la carretera..."...no es una zona prime donde tener un comercio ¿No?... pero fijaros... lo que hace tener esa actitud de la que hablo.

"Entrepecheu": dícese de la persona revestida de arrojo y determinación que no se rinde ni en las épocas de carestía ni ante las bofetadas que da la vida. Este adjetivo no lo encontrareis en el DRAE (Diccionario de la Real Academia Española), si no que se pronuncia con frecuencia en el Valle de Benasque (Huesca). Su significado lo conocen quienes aún hablan patués por esta zona de los pirineos donde rodeados de cimas de más de 3.000 metros con frío y nieve hay que ser muy "echao p'alante" para sobrevivir.

"La vida cambia en el mismo instante en que tomamos una decisión nueva" ...¿Os hemos hablado del efecto cluster...?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola family Office, estoy totalmente de acuerdo y pienso que la actitud de la gente es la clave si queremos salir de esta. Por desgracia diariamente vemos como la gente cuando tiene un problema siempre piensa en que su empresa, su Ayuntamiento, su C.C.A.A o su ministerio o su Pais deberian ayudarlo. Espero que la crisis nos despierte a todos.

Nico697 dijo...

Hay mucha gente a la que despertar...