La progresión de todas las cifras relacionadas con el fenómeno Second Life (SL) supera las previsiones más optimistas, hasta el punto que parece claro que estamos ante la segunda generación de Internet. Pero la interrelación entre SL y el mundo real (real life o RL) desborda mi imaginación. En este mundo virtual podemos convivir todos en forma de humanoides (avatares) en busca de lo más diverso: Jóvenes en busca de simples juegos, diversión y ocio, contactos de amistades, sexo, foros, prostitución, política, drogas, economía, arte, ghettos, religión, formación y educación, sectarismo, compras y alquileres de todo tipo, finanzas, etc, etc, etc, etc... en fin la vida misma. Además todo ello aliñado con una moneda propia el L$ (Linden dollar) que hace que se convierta en un Monopoly o Cashflow universal apasionante. Pero profundicemos algo más en esto último: El L$. La cotización actual fluctúa alrededor de 275 L$/US$. Hoy en día ya existen bancos en SL que pagan intereses del 0'10% diario, préstamos con y sin usura con riesgos manifiestos. También mercados de acciones de SL que cotizan con y sin rigor entre oferta y demanda con riesgos también manifiestos. Pero entre este aparente caos lúdico-financiero aparecen bancos de RL con sedes espectaculares en diversos puntos del insondable SL. De momento no realizan operaciones bancarias en RL, pero sospecho que en cuanto se encuentre una manera de garantizar la identidad de ambas partes se abrirá un nuevo mundo para la banca virtual y, sobre todo, para el L$. Ni más ni menos que del mismo modo que los certificados garantizan las transacciones en internet en el actual comercio online.
Esto nos abre la mente a infinitas posibilidades de inversión. Posibilidades que se convertirán en práctica habitual antes de que la mayoría nos demos cuenta, y que los legisladores regularán cuando algunos se hayan hecho millonarios y muchos se hayan arruinado. De momento bancos y multinacionales del comercio se han posicionado en SL sin una finalidad todavía clara. Parece como si los empleados que han asignado exclusivamente a ejercer de avatares para atender a otros avatares que acuden a sus virtuales y creativísimas sedes, no conozcan cuáles son sus funciones asignadas exactamente. Como si dichas empresas estuvieran pululando y atendiendo informativamente a los que se interesan por sus servicios financieros de forma light esperando que sus competencias den el primer paso para la vorágine financiera que se avecina. Me recuerda a la sensación que podemos tener cuando vemos unas instalaciones enormes y de muy alto nivel recién acabadas, con todo el personal en sus puestos y con flamantes y nuevos uniformes, esperando a que llegue la hora de la inauguración oficial y la consecuente avalancha de clientes. Pero esta vez estamos hablando de SL, donde todo es posible, donde el día y la hora de la inauguración es indefinido, donde las leyes de mercado creadas en RL no son aplicables, o sí, ¿porqué no?
Aquí y allá veremos una isla financiera, un paraíso virtual y fiscal en el que compartan el espacio bancos, asesores fiscales, de inversiones, usureros, filántropos, inmobiliarias, casinos, ONGs, empresas de capital riesgo, family offices, gurús financieros, bolsas de acciones, mercados de opciones, futuros, materias primas, gestores de suelo, constructoras, notarios, abogados, trusts, aseguradoras, etc., etc. Y todo, absolutamente todo ello ofrecido en SL y RL.
Aquí y allá veremos una isla financiera, un paraíso virtual y fiscal en el que compartan el espacio bancos, asesores fiscales, de inversiones, usureros, filántropos, inmobiliarias, casinos, ONGs, empresas de capital riesgo, family offices, gurús financieros, bolsas de acciones, mercados de opciones, futuros, materias primas, gestores de suelo, constructoras, notarios, abogados, trusts, aseguradoras, etc., etc. Y todo, absolutamente todo ello ofrecido en SL y RL.
La verdad es que a mí se me escapa. Me da vértigo a la vez que me apasiona. Quizás la progresión que se intuye tendrá pronto un factor controlador y moderador que me deje en evidencia. Legislar SL desde RL será muy complicado y hasta hoy la humanidad ha demostrado que Internet es básicamente libertad, sobre todo en sus inicios. Pero aquí estamos hablando de libertad y L$, una moneda que puede llegar a ser la mayor divisa mundial, aunque no creo que los bancos centrales del mundo occidental lo permitan.Lo que me parece emocionante e inevitable es que al menos durante un tiempo SL puede hacer realidad los sueños financieros de muchos a costa de la fiscalidad y la legalidad vigente. Aunque por otra parte me parece lamentable que se convierta también en la pesadilla económica de otros que serán pasto de estafas, abusos y engaños impunes y libres de toda legislación (también como en la vida misma). Pero a pesar de todos los malos augurios de Internet en sus inicios "e pur si muove", y nuestra realidad ya no se concibe sin su compañera virtual.
Por lo que pueda venir, nosotros también estaremos presentes, codo a codo con otras instituciones financieras, mirándonos unos a otros, esperando ansiosos el inminente día de la locura inaugural en el que podamos demostrar a la humanidad entera lo que somos capaces de hacer con sus patrimonios de RL, incluyendo sus L$.
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