martes, 28 de julio de 2009

Endéudate con moderación (y II)

(Viene de ayer)

El interés compuesto de 100 € trabajando financieramente de forma correcta ahorrado a los 25 años suponen más de 800 de esfuerzo ahorrativo a los 50!!! Incluso deduciendo la inflación el esfuerzo inversor no realizado durante nuestros primeros años de productividad lo pagaremos tan caro en nuestra madurez y vejez que resultará insoportable para la mayoría de personas que comiencen a acumular bienes productivos pasada la treintena o la cuarentena.



No estoy hablando de planes de pensiones sino de inversiones bien asesoradas y diversificadas en renta fija optimizada, inmuebles rentabilizables y con buenos rallies de apreciación; y renta variable juiciosa y muy moderada. Aunque por supuesto es mejor un plan de pensión o ahorro suscrito a los 40 que nada, tan solo paliará la hambruna venidera y, por supuesto, condenará a los descendientes a seguir la carrera de ratas por relevos.

Tu dinero debe servir para prestarlo a otros y que trabajen con él. Lógicamente no debemos encargarnos nosotros de ello, sino que lo haremos a través de la compra de productos financieros que se adapten minuciosamente a nuestro perfil. Para esta delicada selección deberemos estar bien asesorados por alguien que nos enseñe cómo hacerlo a la vez que nos guía, y que no nos venda productos simplemente (esto es fácil de decir y casi imposible de encontrar, pero haberlos haylos). A cambio recibirás más dinero (renta fija corporativa o soberana, por ejemplo). Esta es la diferencia entre producir a cambio de horas de trabajo y prestar tus activos para que otros produzcan. Al principio de nuestras vidas todo lo que ingresamos lo hemos producido personalmente y paulatinamente debemos prestar una proporción mayor de nuestro dinero para que otros produzcan. Nuestro interés debe centrarse en invertir la secuencia inicial lo antes posible. En cuanto lo hayamos conseguido, seguir trabajando o hacerlo en lo que uno verdaderamente quiera será nuestra propia elección. Habrá quien prefiera no hacerlo nunca más, es una cuestión de cálculo y de voluntad de dejar a los herederos en una situación u otra. La Libertad en mayúsculas. Paradójicamente amenudo trabajar sin la presión de la remuneración conlleva unos ingresos aún mayores si se hace con rigor y honestidad, os lo puedo asegurar.

Sólo las cigarras deberían ser capaces de vivir felizmente dependiendo de unos ingresos generados por una actividad laboral que puede truncarse en cualquier momento de nuestras vidas por infinitos imponderables, a cambio de una progresión (o regresión!) que tan sólo nos sirve para realizar mejores vacaciones, tener un coche más caro o una casa que tardaremos más años en pagar. Aunque cuando estemos a punto de hacerlo la volveremos a cambiar por otra mayor o compraremos para el banco una segunda o tercera residencia.

Mi consejo para aquellos que por sus condiciones laborales dispongan de ingresos modestos es la de realizar igualmente un esfuerzo para ahorrar e invertir aunque sea una mínima cantidad. La estrictamente prescindible, la no vital, la que nos permitiría vivir un peldaño más arriba que el año pasado. Esta aparentemente insignificante cantidad debe invertirse cuanto antes de forma un tanto más arriesgada pero bien asesorada. Y ante todo mantener un rigor inversor durante los años futuros, disminuyendo el riesgo de forma proporcional al volumen total disponible con el paso del tiempo. Todo ello de la mano de un buen counselor y no de asesores financieros ni por supuesto banqueros. Debe adaptarse la estrategia a cada caso como un traje a medida, de alta costura si es posible aunque dispongamos de poca tela.

Fumar mata. Bebe con moderación. Endéudate con moderación y criterio. Es tu responsabilidad. Debería advertirse en la publicidad bancaria y de consumo. Lamentablemente no hay otra forma hay de vivir la vida a medio y largo plazo. ¿Qué sentido tiene el pan para hoy...si todos esperamos poder envejecer?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buen artículo (como todos los de este blog) y que no sirva de precedente mi "halago" pues no soy persona de presentes, regalos ni polladas similares.

Quisiera hacer notar una circunstancia que de tan obvia se escapa.
En la actualidad el mejor "braguetazo" es "encamarse" con la Administración. Ya no sirve tirarse a la "vieja chocha" rica o hacerle unas buenas mamadas al "hijo de papa", como mucho tendremos un bonito paseo en un lujoso automóvil (que también posee el peor de los camellos del pueblo) o cenaremos de vez en cuando en la marisquería sita en el límite de provincia (en la cual nos codearemos con el peor camello de la ciudad de nuevo). Hoy lo mejor es tratar con los, y sobre todo LAS, profesionales de la Administración en toda la Potencia y Extensión de oficinas que infectan nuestra queridísima y expoliada Nación.

Ayudas por aquí, ayudas por allá y una idea clara y fija, -no queremos ICOs- queremos recuperar la Herencia de nuestros Abuelos y Padres, porque dicho sea de paso, se está viviendo de las rentas creadas por nuestros ancestros no por la riqueza creada en estos años de lujuria e imbecilidad.
No queremos ICOs porque además de recuperar Nuestra Herencia no deseamos Hipotecar el Futuro de nuestros HIJOS a la Puta Banca.
Queremos nuestro dinero en efectivo y lo gastaremos como bien nos parezca y lo queremos ya mismo, lo queremos para ayer (cuando el interés daba algo).

Al Banco le viene bien que en nuestra cuenta de vez en cuando entre dinero fresco, no son grandes cantidades (habrá otros casos en los cuales si puedan serlo) pero se sorprenden de la capacidad que tenemos algunos de recuperar lo nuestro.

Hay que VOLVER A LAS SENDAS ANTIGUAS-