Siguiendo con el escenario deflaccionista como hipótesis más probable en los próximos años, vamos a ver cómo se ha desenvuelto en las últimas dos décadas una economía en recesión como la japonesa.
Lo primero que puede chocar con nuestra mentalidad occidental burbujista es que la RV puede no subir durante más de dos o tres años. Esta obviedad no es tal si nos paramos a pensar en ello detenidamente. Desde nuestra perspectiva europea reciente, bastan cinco, tres o incluso hasta un sólo año malo para recargar pilas y emprender otro rally alcista en nuestras bolsas. Incluso el Dow Jones nos ha acostumbrado a estos timings cíclicos desde el año 82, aunque no obstante debemos recordar que en el 1965 estaba entorno a los 1000 puntos, exactamente igual que en 1982. Pero en deflacción o recesión el periodo de apatía bursátil puede ser tan largo que debamos dejar de pensar en la bolsa como instrumento de inversión a corto y medio plazo. Al menos en las bolsas domésticas o dentro del alcance de dicha recesión si no se globaliza.
Para ejemplo aquí tenéis el mismísimo Nikkei con su aleccionador gráfico desde el año 1990 hasta nuestros días. O sea 18 añitos en los que ha perdido un 70% de su valor. Toda una vida inversora. Una exasperante mayoría de edad recesionaria que nadie sabe cuando va a acabar.
Pues bien, lo sucedido en la bolsa japonesa no es más que un reflejo de lo sucedido en la economía del país. Pisos, materias primas, sueldos y hasta una simple Coca Cola también han sufrido o gozado de esta apatía o bajada paulatina. Todo era más caro hace 5, 10 o 15 años. Inconcebible para la mayoría de nosotros, ¿verdad? Muchos de vosotros recordaréis que Japón era un país caro, con el tópico del café o el refresco a casi 1000 pesetas en pleno centro deTokyo allá por los lejanos años ochenta, cuando en España aún refrendábamos el ingreso en la OTAN . Hoy dicha consumición valdría incluso algo menos, entre 700 y 900 yenes. Pero es que una Coca Cola o una cerveza en la mejor terraza de Madrid o Barcelona también ronda los 4, 5 o 6 euros. Más ejemplos: Hoy en día en cualquier máquina de vending nipona una Coca Cola de medio litro vale 120 yenes o sea 75 céntimos de euro; y un menú tipo en cualquier restaurante de Japón cuesta 6 euros bebida incluida. Incluso todavía se pueden ver tiendas de todo a 100, yenes por supuesto, es decir todo a 60 céntimos de euro o lo que es lo mismo todo a un dólar americano. Obviamente la comparación con los precios españoles o europeos es odiosa y si lo comparamos con los precios de Gran Bretaña y su libra, todavía más.
Aunque este escenario japonés de los últimos 18 años pueda parecer paradisiaco, la deflacción y recesión puede generar gravísimos problemas macroeconómicos como ya explicó mi colega GFO en Inflacionar o morir. Entonces, ¿por qué Japón ha sabido convivir dignamente con esta temible deflacción/recesión que ya ha cumplido la mayoría de edad? ¿Cómo podemos afrontar en occidente un hipotético escenario similar? La respuesta es que Japón dista mucho de la idiosincrasia, educación y costumbres occidentales. Para convivir durante un periodo tan largo con ladeflacción y mantener la salud de la economía nipona, hay que tener una alta productividad unida a una baja divisa que le permita exportar cómodamente. No obstante,paradójicamente la población japonesa es bastante ahorradora (reacción lógica ante una crisis) a pesar de que sus bancos no remuneren dichos ahorros en yenes y sí en otras divisas. Y este hecho no facilita en absoluto la reactivación del consumo interno que necesita la economía para crecer.
Si comparamos estas premisas con las que podemos encontrar en España o Europa, el panorama es desolador. La productividad es muchísimo más baja y el euro está por las nubes. Con este escenario, la capacidad para afrontar una deflacción occidental sostenida en el tiempo da que pensar. El escenario negativo de reacción en cadena que define mi colega GFO efectivamente sería demoledor, pero debemos tener en mente la realidad japonesa después de 18 años de recesión. La deflacción en Japón no refleja una situación dantesca en absoluto. Es más, el día a día para el ciudadano medio es mucho más razonable que los excesos surreales sufridos a finales de los años 80. Lógicamente no estamos diciendo que sea una economía sana ni ejemplar, las dificultades del país y sus empresas son muchas. Pero sin duda nos parece un ejemplo de cómo afrontar y sobrevivir a una deflacción que perdura en el tiempo. Japón sigue perteneciendo al G7 (G8 con Rusia) después de casi dos décadas de sufrir el potencial efecto dominó que podría haber dañado irreversiblemente la linea de flotación de su economía (tasa de empleo, productividad, empresas, banca, etc.).
Por tanto podríamos decir que un escenario deflaccionario o de recesión occidental puede poner las cosas en un lugar más razonable después de lujuriosos excesos, pero deberíamos mirarnos en el espejo japonés si queremos evitar algunos de los terribles efectos que la recesión conlleva. Y eso, queridos amigos, pareceantropológicamente muy difícil para nosotros los mediterráneos y latinos en general.
Por lo pronto, quizás deberíamos empezar a barajar la idea de que colocar nuestro dinero en RV puede ser una buena inversión sólo a largo plazo. Y cuando hablamos de largo plazo en un escenario de recesión, los términos se pueden alargar mucho más allá de lo que estamos acostumbrados. No estaría mal empezar a pensar como inversionistas a corto y medio algo más en mercados emergentes que se encuentran lejos del escenario deflaccionista. O quizás empezar a pensar en que nuestra progresión patrimonial debe apoyarse un poco menos en especulación bursátil improductiva y más en ingresos corporativos o laborales ligados directamente a la productividad. Sé que esto puede sonar a chino para muchos acomodados en ganar dinero fácil en bolsa, pero en realidad es japonés.
Aunque el panorama es previsiblemente largo, no obstante tampoco debemos menospreciar la capacidad de la todavía primera economía mundial (USA) para salir de la recesión. Quizás los norteamericanos sean capaces, con todos sus problemas económicos e hipotecarios, de superar ladeflacción que parece cernirse sobre ellos (y nosotros) mucho antes que Japón. Por el momento, a diferencia de Europa, los EE.UU . parece que están haciendo sus deberes: Divisa a niveles que faciliten la exportación, una productividad superior a la europea (ver gráfico siguiente) y una despresurización de la cabina que está obligando a la FED a bajar los tipos del $ a niveles donde los hipotecados y sus bancos puedan respirar por sí sólos y soltar las máscaras de oxígeno que se han descolgado súbitamente de sus techos (intervenciones de bancos centrales y ayudas de la administraciónBush).
A los europeos parece que nos toca ejercer el papel de cuidadores sacrificados de nuestro paciente americano, aunque quizás sólo ejerzamos el papel de pardillos incompetentes. Da igual, lo importante es que los USA superen el negro escenario lo antes posible y tiren de nuestro viejo continente. Mientras tanto deberíamos fijarnos en el único ejemplo dedeflacción/recesión que tenemos en nuestra economía moderna y aprender cómo los japoneses capean y soportan sus efectos.
Debemos concienciarnos de que nadie ha dicho que esto va a ser corto y pasajero. Después de este terremoto nada será igual en la economía occidental. Quizás sea un largo y duro camino pero probablemente a pesar de quedar muchas estructuras dañadas evitaremos el derrumbe, al menos de la gran mayoría del Sistema.
Sayonara, baby.
2 comentarios:
¿Hay que esperar a que USA se arregle?
¿Cuanto habrá que esperar, 3, 4 años?
He leído en algún sitio que la caida de valor en el mercado USA de los valores inmobiliarios solo es un 30% de lo que tiene que caer. ¿Donde va a estar la economía española entonces? En algún momento el sistema financiero español, tendrá que empezar a reconocer y resolver sus ¿problemas?. Hoy he leido en CincoDias: "La banca española duplica en un año la demanda de fondos del BCE".
Si es tan solida ¿porque ningún otro banco les presta?
Que "quien sea" nos coja confesados.
El timing de una recesión es la pregunta del millón. Nadie tiene ni p. idea. De momento hay mayor confianza en la banca europea que en la americana, quizás sea cuestión de tiempo. Quien sabe, pero de momento parece que las titulaciones abusivas son productos made in usa, aunque la globalización haya llevado esta basura radiactiva también a los cajones de la banca española y europea.
Espero que alguien nos coja aunque sea sin confesar.
Salud y €.
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