Corren tiempos difíciles para los inversores. Y éste es un síntoma premonitorio del empobrecimiento social que se avecina (ya lo advertimos hace un año). Cuando la inversión se torna especialmente difícil, los instrumentos financieros extrañamente inestables, el precio de mercado de los inmuebles en caída libre debido a un masivo aumento de la oferta, y cuando los clásicos ciclos económicos son distorsionados hasta su desaparición, estamos ante claros indicios de que nos encontramos en la antesala de una crisis económica que afectará fulminantemente a las empresas y a sus puestos de trabajo.


En definitiva, tanto el Derrotismo Inmobiliario como el Absentismo Financiero suponen una inflexión peligrosa en la correcta progresión patrimonial, por la que debemos velar durante toda la vida y en cualquier escenario económico. Algunos diréis que evitar pérdidas que dejen nuestro patrimonio gravemente handicapado es un logro en los tiempos que corren. Por supuesto que es un mal menor y para muchos una quimera, pero sólo debemos conformarnos con evitar la minusvalía patrimonial si no somos capaces de mantener una correcta progresión con razonables garantías de éxito, sólos o con ayuda. Además el éxito en dicha correcta progresión dependerá totalmente del PGR diseñado y de la propia idiosincrasia del individuo o la familia.
Aquí debemos aclarar que el éxito patrimonial no debe ser exclusivamente la maximización de los rendimientos financieros. Riqueza y Felicidad son conceptos que debemos trabajar conjuntamente, ya que el primero suele poner en grave peligro el segundo como podemos ver en el siguiente gráfico:

"Un concierto no es una mera interpretación de un disco, sino un evento teatral"
Freddie Mercury
Del mismo modo podemos decir que la gestión de nuestro patrimonio no es una mera aplicación de fundamentos económicos a nuestras inversiones, sino la perfecta armonía entre Felicidad y Riqueza a lo largo de nuestra vida y la de nuestros descendientes.
Pero volviendo a la correcta progresión de nuestros activos y al Show que debe continuar, no debemos resignarnos ante un cambio de escenario. Lo que debemos hacer es cambiar con éste. Como el ratón en busca de nuevo queso. El Absentismo Financiero puede costarnos oportunidades irrecuperables en calidad y cantidad para nuestro patrimonio. Y sólo tenemos, en el mejor de los casos, una vida para hacerlo crecer.
No pretendemos inducir a nadie a aventurarse en inversiones cuyo riesgo no sea asumible o para las que no esté capacitado. Nada más lejos. Simplemente queremos compartir con todos vosotros los criterios y las directrices con las que trabajamos como Family Office. Éste es el camino que consideramos correcto y que nuestros Clientes recorren de nuestra mano. Y así lo queremos explicar y compartir en este blog para pequeños y medios inversores. La aplicación personal de cada uno dependerá de si comparten o no nuestros criterios y protocolos, de la capacidad y formación individual y de la ayuda que deseen o no recibir.
