Disponemos de la aprobación del cliente para que, de forma que permanezca en el anonimato, pueda explicaros una situación que se da más veces de las que sería de desear.
Ya habíamos acabado la reunión, mis compañeros habían salido de la sala y me había quedado hablando con el cliente. A mí me gusta especialmente que me expliquen su trayectoria profesional y patrimonial, lo encuentro muy enriquecedor y hay clientes que disfrutan trasladándote a sus inicios, mostrándote como consiguieron empezar, avanzar, llegar. El cliente me estaba explicando como siendo el mayor de tres hermanos se puso a trabajar muy joven con su padre en el pequeño taller de la familia, sus hermanos, en cambio recorrieron otros caminos profesionales, estudiaron cada uno una carrera en sectores distintos al que operaba el taller. En ese preciso momento el cliente calló, bajó la vista, intentó seguir hablando pero le salía un hilillo de voz ahogado, vi como le temblaba la barbilla y no podía continuar hablando y aunque hacía esfuerzos por sobreponerse acabó rompiendo a llorar de forma silenciosa.
Me quedé helado...no sabía como reaccionar..al final me levante con cuidado, con respeto y salí de la sala, cerré la puerta y me senté en el sillón del pasillo para dejarle tranquilo un rato.
Me fui a preparar un par de cafés y cuando creí el momento oportuno volví a entrar en la sala. El cliente se había calmado y estaba absorto mirando a través de los grandes ventanales la vida que transcurría al otro lado. Al oírme se giró, me pidió disculpas con la mirada y me pidió que me sentara.
Me explicó que hacía un tiempo, y no sabía porqué razón, cuando evocaba sus inicios le entraba una tristeza enorme y un nudo en la garganta le impedía hablar. Le había pasado igual en una entrega de premios al reconocimiento de una vida empresarial de éxito cuando tuvo que subir a hablar. Tuvo que irse precipitadamente.
Me fui a preparar un par de cafés y cuando creí el momento oportuno volví a entrar en la sala. El cliente se había calmado y estaba absorto mirando a través de los grandes ventanales la vida que transcurría al otro lado. Al oírme se giró, me pidió disculpas con la mirada y me pidió que me sentara.
Me explicó que hacía un tiempo, y no sabía porqué razón, cuando evocaba sus inicios le entraba una tristeza enorme y un nudo en la garganta le impedía hablar. Le había pasado igual en una entrega de premios al reconocimiento de una vida empresarial de éxito cuando tuvo que subir a hablar. Tuvo que irse precipitadamente.
- " Mira Sherpa, yo entré a trabajar muy pronto con mi padre porque era lo que tocaba hacer, no me había planteado jamás una alternativa, por eso cuando mis hermanos no hicieron lo mismo me sorprendí y me enfadé. Uno estudió medicina y ahora ejerce como médico y el otro es catedrático de derecho y está volcado en la docencia. ¿Porqué yo no pensé que podía hacer otra cosa? No lo se, lo único que puedo decir es que ese pequeño taller familiar es ahora una cadena de talleres por toda la geografía del país que factura más de cien millones de euros al año...pero yo estas navidades las he pasado muy solo, no he podido ver a mi hija que las ha pasado en EEUU con su madre y el novio de ésta. Me he acordado mucho cuando mi hija era pequeñina y entraba sigilosamente al baño mientras me afeitaba para ir a trabajar y jugaba a ponerse crema de afeitar y a hacer dibujos con el dedo. Su madre aún dormía pues faltaba mucho rato para llevarla al colegio pero mi pitufina decía que como siempre llegaba tarde por la noche así me veía aunque fuera un ratito por la mañana y me podía dar un beso que durase todo el día. La noche anterior yo siempre me dejaba la ropa preparada en el salón y a ella le gustaba ayudarme a vestir, me costaba hacerle entender que no me podía hacer ella el nudo de la corbata pero a cambio le permitía ponerme el cinturón, me ayudaba a poner la americana e iba corriendo al estudio a coger mi maletín y traérmelo. Recuerdo el olor de sus rizos cuando nos abrazábamos y nos despedíamos y ella volvía a su camita hasta que su madre entraba para despertarla e ir a la escuela. Cuando por la noche entraba en su habitación para darle un beso ella ya dormía abrazada a su osito y a un viejo jersey mío que me ponía los fines de semana para estar en casa. Esa imagen me inunda de felicidad y de añoranza. Los sábados y domingos, antes de que saliera el sol, ya había corrido junto a mi lado de la cama desde su habitación y se escurría a mi lado haciéndose una bolita diciendo que era una gatita recién nacida.Bueno, el trabajo que estamos haciendo ahora con este cliente es descubrir que es lo que le llenaría de gozo el corazón. Que actividad le gustaría hacer que a él le gustara, ya no tiene que seguir luchando por su empresa, podemos buscarle un comprador aunque ahora no sea el mejor momento pero el objetivo ahora es él mismo. Nosotros tenemos ahora que hacer nuestro trabajo de Coaching, de análisis de objetivos vitales y por supuesto la gestión y control del patrimonio en su conjunto. Pero la labor más importante de todas es que este señor empiece a disfrutar de verdad del imperio que ha creado, ya va siendo hora y yo estoy tremendamente ilusionado con ello.
Mis hermanos viven en sus casas con sus familias, son felices. Yo, con tanta apertura de talleres por aquí y por allá siempre estaba de viaje. Un día mi mujer me dijo que quería separarse y yo me fui a vivir a un hotel. Sigo viviendo en un hotel, me es bastante cómodo, estaba pensando en comprarlo, ya tengo mucha familiaridad y afecto con todo el mundo...pero me siento solo en mi habitación, no puedo comprar una familia aunque tuviera todo el dinero del mundo...y estas navidades...mi pequeñina en EEUU..."